Cuidado del bebé en verano
Para disfrutar el verano, tené en cuenta estos consejos:
Cuando un bebé es menor de seis meses nunca debe estar expuesto al sol de forma directa. Y cuando permanezca al aire libre se le deberá proteger con filtros solares de alto índice de protección. La piel del bebé es muy vulnerable a las radiaciones solares y sus mecanismos de defensa están muy limitados por su inmadurez, debido a ello puede aparecer con facilidad eritema solar y quemaduras y lo que es peor, se acumula el ‘capital solar’, que en edades avanzadas de la vida puede dar lugar a lesiones cutáneas más graves.Por lo tanto, el niño pequeño (menos de seis meses) debe estar siempre protegido del sol, con gorrito, en la sombra o entre sol y sombra y siempre con filtros solares en la piel con riesgo de exposición.
Durante el verano, la alimentación del bebé no debe ser muy diferente de la del resto del año.
Si aún es lactante, deberá continuar con la lactancia materna. Eso sí, la madre deberá ingerir un suplemento importante de líquidos para que la producción de leche no se resienta.
Si está tomando leche de fórmula, en algunos casos y en días de calor muy intenso, puede ser conveniente aumentar la dilución de las tomas añadiendo 10 cc de agua por biberón, para que beba más agua, ya que es esencial para no deshidratarse.
El baño diario, que forma parte de los hábitos de higiene diaria del bebé, debe ser mantenido durante el verano, con la variación de que la temperatura del agua puede ser algo más fresca y la duración del baño se puede prolongar algo más.
En días de mucho calor se le puede bañar más de una vez y, a medida que crece, por encima de los seis meses, se le puede bañar en la piscina o en el mar.
Fuente: Dr.Eduardo Junco médico pediatra